Nos encontramos en los mejores tiempos de la raza humana para la creación de empresas tecnológicas de rápido crecimiento.
El bajo costo de los desarrollos tecnológicos y las ventajas que ofrece internet para generar modelos de negocios escalables y replicables han permitido en esta era digital crear empresas, catalizar su expansión y alcanzar valorizaciones billonarias en tiempos record.
Un ejemplo clásico de esta nueva era de empresas es FACEBOOK, que al ser lanzada el año 2004, levantó su primera ronda de inversión en el año 2005 con Accel Partners, saliendo a la bolsa el año 2012 con una valorización en torno a los US$ 100 billones, lo que equivale a la mitad del PIB de Chile, una empresa que hace 10 años no existía.
Estos niveles de Retornos Sobre la Inversión (ROI) han atraído gran cantidad de inversionistas, en búsqueda de negocios escalables, replicables, que por lo general tienen un componente tecnológico que les entrega estas características y un equipo emprendedor sólido capaz de llevar a cabo el proceso de expansión de la empresa.
Sin embargo son pocas las empresas que logran pasar todas las etapas y no todas las inversiones logran los retornos esperados.
Mientras que en países como Estados Unidos la industria de capitales de riesgo requirió de 80 años para desarrollarse, en Latinoamérica los capitales de riesgo son una industria emergente que ofrece una oportunidad de altos retornos para aquellos inversores que sepan cómo invertir en estos mercados.
Sin embargo la era digital no tiene fronteras y hoy en día cualquier persona puede invertir en el próximo Google, Facebook, Uber, 99, Nubank, Rappi.